Ainara e Iñaki decidieron unirse en matrimonio en un mes poco habitual, diciembre. Y en Vitoria eso podría ser garantía de frío y tiempo desapacible. Pero con lo que no contaron es que en los días anteriores al día D volvió a nevar en la ciudad como hacía mucho tiempo no ocurría. ¿Inconveniente? Para nada. Ni la nieve ni el frío borró la sonrisa a esta simpática pareja. Es más, el fondo blanco le dio un toque especial al reportaje, tanto a su llegada al ayuntamiento como después, en un paseo por la almendra medieval donde el blanco elemento les acompañó. Después, fiesta con los amigos para celebrar una jornada inolvidable, donde la alegría superó las inclemencias del duro invierno alavés.
