Las flechas del amor vuelan de un lado a otro, en trayectos cortos o largos. Algunas caen cerca, otras van más allá. Cierto día, se cruzaron dos miradas, de distintos países, de mundos diferentes. Marianela, de España y Steve, de Inglaterra. Se cruzaron sus miradas y entendieron que eran el uno para el otro. Desde hace algún tiempo vivían en tierras británicas y han querido hacer oficial su unión celebrándola en Bilbao. Pero, previamente, quisieron dar un paseo por la ciudad natal de Marianela y reflejarlo en fotografías, recordando los inicios de su relación, el momento en el que Steve, lleno de valor, le pidió a su novia si quería casarse con él. Estas fotografías, bajo el cielo nuboso del norte, son una muestra y un recuerdo para siempre. Y aún queda el día de la boda…
The arrows of love fly from one side to another, on short or long journeys. Some fall close, others go further. One day, two glimpses crossed, from different countries, different worlds. Marianela, from Spain and Steve from England. They looked at each other and understood that they were meant for each other. For some time they lived in British lands and wanted to make official their union celebrating it in Bilbao. But previously, they wanted to take a walk through Marianela’s hometown and reflect on it in photographs, remembering the beginnings of their relationship, the moment when Steve, full of courage, asked his girlfriend if she wanted to marry him. These photographs, under the cloudy northern sky, are a sign and a memory forever. And there is still the wedding day …