El mar, en toda su dimensión. Una playa abierta, asomada al Cantábrico, expuesta a las olas y los vientos. La playa de Berria, en Cantabria. Una tarde de verano nos acercamos con Érika y Moisés, para disfrutar de una sesión de fotos que parecía amenazada por nubes persistentes. Pero la tarde nos regaló un paisaje inigualable, el sol filtrándose, tímido, entre la nubosidad, reflejando sus rayos en la arena húmeda, bañada por las olas de la pleamar. Aquí quedan, como testimonio de ese momento, unas cuantas fotografías de un reportaje inolvidable.
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