Raquel y Juan son los padres de Emma, un preciosa muñeca que fue protagonista de su boda. Para ir cogiendo confianza, previamente nos fuimos de sesión fotográfica por un paraje cercano a Collado-Villalba, donde Emma no paraba de mirar con cara de curiosidad el objetivo de la cámara, que continuamente hacía «clic». Lo que primero era curiosidad se iba transformando claramente en pose, parecía que se daba cuenta del propósito de aquel objetivo negro que no paraba de mirarla. Y así continuó durante la boda, donde disfrutamos de una tarde divertida gracias a la simpatía de esta joven pareja y al encanto de esta pequeña princesita.
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