Diversión. Esa palabra define el día que pasamos para celebrar la unión de Lena y Chema. Y no era fácil, tenían que conjugarse varias circunstancias para llegar a éxito en este día. Que hiciera buen tiempo, que los horarios se cumplieran, que todos los eventos salieran bien… y que la conexión Rusia-España que representa esta pareja se viera reflejada en el resto de los invitados. La duda estaba en el aire, que tanto los invitados de aquí como los que vinieron de San Petesburgo se entendieran, que participaran, que se integraran. Pero la labor de la dulce Lena y del entusiasta Chema hizo que las dificultades no existieran y la diversión reinara durante aquel viernes en el que el Nevá y el Ebro parecieron unirse hasta formar un solo río… Un río de felicidad.
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